viernes, 17 de enero de 2014

reglas de urbanidad y buenas maneras

REGLAS DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS



La urbanidad es cortesania, comedimiento, atención y buen modo. Todo esto contribuye a tener una mejor convivencia con los demás.
Cualquier sociedad cuenta con unas normas de comportamiento, no escritas en la mayor parte de los casos, pero que sin su tutela nos haría ser un grupo de seres incivilizados que campan a sus anchas; conocer este tipo de normas y ponerlas en practica hace que la vida sea mas agradable.
El saber actuar en sociedad habla de valores en alza.
La buena educación y los buenos modales tienen como fin permitir a las personas reunirse con tranquilidad, permanecer juntas un cierto tiempo sin fricciones o discordias y hacerse mutuas concesiones en un mismo estilo.
Los buenos modales le dan un toque distintivo a la personalidad. Sin embargo los seres humanos no siempre se sienten totalmente a gusto en su entorno.
Es necesaria una posición de seguridad para que la tranquilidad y la relajación resulten posibles. Este es el papel de las costumbres, que estimulan las confidencias personales y reducen los malentendidos, y de la cortesía, que nos proporciona la seguridad de que nuestros compañeros tienen la intención de ser amables.
Una sociedad en constante transformación no puede establecer normas fijas de etiqueta que de ninguna manera podrían ser universales, ya que los buenos modales dependen en gran parte de las costumbres, de los hábitos de los países y ambientes; como producto de las innovaciones contemporaneas hay costumbres y tradiciones que van cambiando a traves del tiempo.
Es más oportuno hablar de reglas de convivencia amables y respetuosas con las diversas idiosincrasias.
La etiqueta a seguir en diferentes ocasiones, lugares y situaciones siempre debe ir regida, amén de por algunas reglas o normas escritas o no, por el sentido común.
Los acontecimientos sociales se representan en 3 ámbitos: el familiar, el social y el laboral; en todos ellos el ser humano debe conocer la forma de comportarse en esa sociedad, es decir, la urbanidad, que implica el saber tratar con educación y cortesía a los demas.
Hay que procurar que los buenos modales se conviertan en un hábito, que no requieran esfuerzos ni reflexión, que queden absolutamente integrados a su personalidad.
Los códigos de convivencia son todas aquellas actitudes que hacen que la vida social (interrelación entre las personas) desde la casa vaya generando una adaptación de costumbres.
El eje orientador de éstos códigos es el respeto por la vida y la integridad física y moral de las personas. Los códigos de convivencia de protocolo y ceremonial nacen en función y guia de los buenos modales de la casa.
Decir “perdón”, “gracias” y “por favor” son fundamentales en el trato con la sociedad.



·         Normas :
Es importante la actitud integral física: hay que estar erguido, con buena presencia, brindando comodidad a los demás.
Hay que ser respetuoso y cuidar que ninguno de nuestros comportamientos moleste, irrite e incomode al interlocutor.
Ser puntual.
No hay que gritar, el tono de voz debe ser moderado, audible.
No hay que gesticular demasiado.
Hay que saber escuchar bien, dar respuestas correctamente y a tiempo.
Evitar discusiones.
Vigilar las posturas.
No hay que nombrarse nunca primero.
Al toser o estornudar hay que protejerse debidamente con sutileza y delicadeza la boca.
Se debe avisar con antelación nuestra presencia o visita. Si vamos de visita a una casa y encontramos objetos de valor no se debe urgarlos ni mirarlos.
Hay que tener cuidado con las exteriorizaciones y la confianza en casa si hay otra gente o en casa agena.
Si estamos sentado y alguien se acerca debemos pararnos, ésto indica un signo de respeto y de urbanidad social.
Si vemos que una persona mayor no puede hacer algo lo intuimos y la ayudamos.
No se debe hablar al oido, en voz baja o en otro idioma. Tampoco se debe hablar cuando el ambiente no sea apto, por ejemplo en una obra teatral.
No deben hablar dos o mas personas a la vez.
Hay que utilizar el usted, este debe ser aceptado por el que lo dice y por el que lo recibe, asi sean familiares o amigos y haya también otra gente.
Hay que evitar el amor propio en las conversaciones, ya que genera roces.
La postura corporal cuando se dialoga no debe ser rígida, sino correcta, sencilla, normal, natural.
Cuando se dialoga con un grupo de personas no hay que hablar cosas vanas.
Hay que ser tolerante. Por ejemplo, los adolescentes suelen hablar mal pero no con la intención de molestar a los demás.
Cuando dos o mas personas están hablando no es correcto preguntarles de qué hablan.
Si estamos conversando y una persona pide permiso para hablar con otra, esta debe pedir permiso al resto de los interlocutores y decirles que enseguida regresa.
Si alguien nos saluda y no se sabe quien es se debe preguntar.
Nunca delante de otro se deberá elogiar la capacidad e idoneidad de otro.
Dentro de los juegos sociales no hay que demostrar tanta alegría ni tanta tristeza cuando se gana o se pierde, tampoco hay que cargar.
En los lugares laborales, de estudio, reuniones amistosas, casas de familia, etc no debemos distraer o interrumpir si algo se esta desarrollando.
Si debemos buscar o avisar algo, automáticamente lo hacemos y nos vamos lo antes posible. También se debe evitar mirar lo que esta haciendo el resto.

En lugares públicos:
No deben tirarse desperdicios en la calle.
En caso de detenerse en la vereda a conversar, debe hacerlo sobre la parte interna o sobre el cordón, asi otros peatones pueden transitar libremente.
No hay que situarse en zonas de circulación, por ejemplo áreas de acceso a transportes públicos, escaleras, entradas a cines, teatros, universidades, etc.
No tratar de ser siempre el primero, advertir si hay personas de edad o con niños.
Se debe ceder el paso a las damas ante puertas y lugares de paso, en especial si son estrechos. Igual actitud deberá tomar un joven ante una persona de avanzada edad.
En caso de lugares riesgosos, como un ascensor, el caballero entra en primer lugar para proteger a la mujer al comprobar que no existe peligro alguno.
El hombre cederá su asiento a la dama en caso de que no haya disponibles. De igual manera lo haran los jóvenes ante las personas mayores. Sobre todo si se trata de embarazadas o de personas con alguna discapacidad física.
La mujer caminará siempre a la derecha del hombre. El mismo principio rige para individuos de mayor edad o rango social. La única excepción es cuando la calzada esta del lado derecho. Si son tres las personas que caminan la mujer o la persona de mayor edad o rango social va en el medio. Si son varios los hombres que acompañan a la mujer, esta ira en el centro.
En el caso de los restaurantes muchas de las reglas de urbanidad son las mismas que implica el comportamiento en la mesa, asimismo se extramaran las reglas de etiqueta y de cortesia, ya que se esta compartiendo un espacio social amplio.
Es conveniente efectuar lo antes posible la reserva (una semana antes podría ser el tiempo prudencial); para ello, ya sea personal o telefónicamente, se debe dejar bien en claro el nombre y apellido de quien la solicita, el número de comensales y la hora de la convocatoria.
Hay que ser puntual, se tiene una tolerancia máxima de 30 minutos.
Los caballeros deben abrirle la puerta a las damas, y estos las dirigirán, y luego serán los encargados de ayudar a las mujeres a tomar asiento.
Los caballeros deben ser quienes hablen con el personal del lugar.
Se le entrega un menu a cada señora y luego uno a cada señor, en caso de que se equivocara y lo entregara primero a los hombres, estos se lo pasaran a las damas.
El pedido lo hace un solo caballero. El hombre estara atento, dirigiendo la mesa y atendiendo a las damas que la comparten.
Cuando una o varias mujeres se acerquen a la mesa, los hombres deben levantarse y permanecer en esa posición hasta que ellas se hayan sentado o retirado.
En los restaurantes con buffet o con modalidad de tenedor libre, cada persona debe servirse su propio plato, no está bien visto que una mujer sirva al hombre o al contrario; tampoco es correcto llenar el plato completamente, es preferible repetir las veces que sea necesario.
Sea quien fuere el invitado todos los hombres que se sienten en torno a una mesa deben tratar de pagar la cuenta; entre gente de edad similar se puede compartir el gasto dividiéndolo en partes iguales, si hay damas no es correcto repartir gastos contándolas por separado y absolutamente inadmisible que ellas pretendan pagar, sea cual fuera su posición económica.
Lo correcto es dejar el 10 % de propina, cifra que puede aumentarse si el servicio hubiera sido muy bueno.
Esta prohibido intentar ayudar a los camareros. En caso de que se caiga un utensilio no hay que levantarlo, hay que dejarlo en el suelo y se pedirá otro al mozo.
Está prohibido repasar copas, platos o cubiertos con la servilleta o el mantel; si algún elemento no estuviera en condiciones se solicitará discretamente que sea reemplazado por otro.
En el caso del cine o teatro hay que ser puntual (esto es signo de urbanidad y buenos modales) ya que de no ser asi molestaremos a quienes hayan sido puntuales.
En el caso de los teatros, los lugares delanteros de los palcos serán ocupados por las damas.
Una vez apagada la luz se evitara todo tipo de comentarios, incluso en voz baja; mientras el recinto se encuentra iluminado puede hablarse, siempre y cuando se mantenga un volumen adecuado.
No debe comerse ni beberse durante la función, sobre todo si aquello que se ingiere es de envoltorio ruidoso.
No moverse ni cambiar a menudo de postura. No manifestar ruidosa ni exageradamente el desagrado o malestar que nos pueda provocar alguna escena.
Evitar irse antes de que finalice la función, sobre todo en los teatros.

En las bibliotecas y en las salas de lectura se recomienda no hacer ruido, ya que cualquier sonido podría distraer al resto de los lectores.

En la medida de lo posible no conversar, solo hacerlo cuando resulte imprescindible y en volumen muy bajo.
Tratar con cuidado el material de lectura, no doblar las páginas y no escribirlas.
No retener el material durante mucho tiempo, ya que otros usuarios pueden estar necesitandolo.
En las conferencias hay que llegar puntualmente, antes de que haya comenzado.
Abstenerse a hacer comentarios durante la presentación.
No moverse demasiado en la butaca.
No emitir opiniones rotundas o cmprometedoras al finalizar.

No retirarse antes de que haya finalizado.
En metro y autobús se deben respetar las filas, no colocarse ante las puertas, y si debido al traqueteo del viaje se pisa o empuja a alguien se pediran disculpas inmediatamente.
En taxis se debe saludar cortésmente e indicar el destino, no es obligatorio entablar una conversación con el conductor si no se desea hacerlo por mas que este intente sacarle tema; en muchos lugares se estima dejar como propina lo que resta para redondear la cifra que marca el taximetro.
En trenes se debe saludar al entrar en el compartimiento, ayudar con el equipaje a la persona que pueda necesitarlo, no abrir las ventanillas sin consultar a los demas ocupantes; si se opta por comer en el compartimiento, no molestar, no ensuciar y no dejar desperdicio o fuertes olores en el ambiente.
En aviones se debe tener en cuenta, al solicitar la ubicación, nuestra conducta durante el vuelo, debemos ocupar el asiento lo más rápido posible para despejar el pasillo y permitir a los demás encontrar el suyo, no dificultar el trabajo de las asafatas y atender sus indicaciones inmediatamente; en caso de levantarse see impone pedir permiso y disculpas.
En los hoteles se debe guardar silencio durante la noche especialmente en los pasillos, mantener el orden y la limpieza de la habitación para evitarle trabajo extra al personal de servicio, cualquiera sea el horario no se debe subir demasiado el volumen del televisor.



El saludo:

Los saludos constituyen el principio y el fín de un encuentro, conforman la primera impresión, que es fundamental, y la última, que es la que se llevará la persona que nos ha conocido de manera más nítida, por ser más reciente.

El saludo constituye el primer contacto con los demás, es una norma social básica y elemental que, en formas diversas, está presente en todas las culturas.
Las más elementales reglas de educación exigen su respeto y le otorgan un lugar de privilegio.
El modo de saludar define a las personas y un observador agudo podrá extraer de ese gesto una serie de datos y pistas.
Antiguamente se estilaba saludar a las damas besando el dorso de su mano, esto era conocido como el besamanos.
Hoy en día esta modalidad prácticamente ha desaparecido pero en ocasiones muy especiales sigue conservando su vigencia.
Se debe iniciar el saludo con una inclinación y sostener delicadamente la mano de la dama, posar los labios sobre el dorso de la mano de la dama sin producir ningun sonido, sin transmitir humedad, sin demorarse y sin mirar a los ojos mientras se lo hace, luego se debe soltar la mano y retomar la posición erguida; en la actualidad tiende a simplificarse, se produce la misma situación pero sin concretarse el beso, sin que haya roce.
En Occidente existen dos formas fundamentales de saludo: el apretón de manos y el beso.
En el caso de los dignatarios eclesiasticos, al saludarlos se les besa el anillo que llevan en su mano derecha.
A la hora de saludar o presentar se deben conocer los tratamientos protocolares respectivos (señor/a, don/doña y los tratamientos que corresponden de acuerdo a los cargos oficiales).
La primera vez que se toma contacto con una persona desconocida se saluda mediante el apretón de manos, si luego de eso se mantiene una conversación grata se pueden despedir con un beso.
A la hora de saludar se deben evitar las demostraciones excesivas; cuanto mas superficial sea la vinculacion con la persona, mas correcto y cortes sera el saludo.
Debemos procurar ser siempre los primeros en saludar.
No se debe tener la mano en el bolsillo ni tampoco un cigarrillo.
No debe estrecharse ni besar la mano enguantada, a excepción de las soberanas reinantes y las princesas de sangre real que todavía conservan el privilegio.


El apretón de manos:
Es el saludo protocolar por excelencia. Se utiliza si el vínculo es convencional o recien se inicia.
Comprende un acto físico y una serie de miradas, palabras y actitudes que aclaran y complementan su función.
Es muy importante extender correctamente la mano para saludar (estirar la mano, saludar y soltar), mirar a los ojos a la persona que se esta saludando y tener una actitud de sonrisa en el momento del saludo.
Se acostumbra a dar la mano derecha y a acompañar el gesto con una frase de cortesía( encantado de conocerla, como esta usted).
Este tipo de saludo entre hombres debe ser energico y breve.
En el caso de las damas no tan enérgico pero tampoco débil, ya que una mano blanda, flaccida o un apretón sin fuerza revelan un carácter flojo y poco confiable.
Si hay confianza con la persona que se esta saludando, se puede reforzar el gesto sujetando con fuerza el antebrazo del interlocutor.
Los caballeros no daran la mano con los guantes puestos, las damas si pueden hacerlo.

El beso:

Se practica con personas a las que ya se conoce con anterioridad o se mantiene una relación de cierto grado de confianza.
Saludaremos con un beso cuando estemos seguros de que se nos devolvera el saludo y que sera recibido como algo natural.
Consiste en dar un beso en la mejilla (posar suavemente los labios o juntar las mejillas) y, según los paises y culuras, se reduce a un solo beso o a dos, alternados en cada una de las mejillas.
Se debe evitar lanzar sonoros besos al aire.


La presentación:
El anfitrion debe ser el regulador de las relaciones entre sus invitados y esto comienza con el acto de la presentación.
Para hacerlo bastará con mencionar de manera clara el nombre de las personas presentadas y agregar algun dato adicional, tal como la profesión o la relación con el anfitrión.
Luego de que se hayan dicho los dos nombres se darán las manos.
Cuando se realizan las presentaciones no es conveniente decir “mucho gusto”, “es un honor” o “encantado”, lo que conviene decir es “buenos dias” o “que tal, como esta usted”; si hemos tenido oportunidad de conversar con la persona, en el momento de la despedida si podremos utilizar ese tipo de expresiones.
Por regla general, las presentaciones deben realizarse de pie.
Igualmente hay algunas consideraciones al respecto: las damas están eximidas de levantarse, excepto con personas de alta jerarquia social; si la presentación se produce entre dos damas, la mayor permanecera sentada; los caballeros siempre deben ponerse de pie, salvo que lo impida la edad o alguna discapacidad física.
Los tres puntos a tener en cuenta son edad, posición social y/o profesional y sexo:
Entre personas del mismo sexo se presenta la más joven a la de mayor edad, el hombre es presentado a la mujer, el subordinado en situaciones profesionales o laborales es presentado al superior; en el caso de los matrimonios, se respetara el apellido de soltera de la mujer, aunque en paises como Gran Bretaña y Francia es habitual eliminar por completo el apellido de soltera de las mujeres casadas.
No es conveniente presentar en ciertas circunstancias, tales como cuando una persona esta por retirarse, cuando al hacerlo se interrumpa una conversación importante, cuando se conoce algun motivo que pueda originar una situación desagradable.


La despedida:
Una manera correcta de despedirse da muestras de un trato elegante y  delicado.
En este caso tambien se respetan el orden y la jerarquía.
A la hora de la despedida es muy importante la naturalidad y la brevedad.
Una despedida concisa y natural es la que deja una mejor impresión.
Se debe evitar cortar bruscamente una conversación como prolongar en exceso las frases de despedida.
No se debe anunciar con anterioridad la intención de marcharse, cuando se considere que ha llegado el momento corresponde levantarse y despedirse del modo apropiado.
Si los anfitriones expresan su deseo de acompañar al huésped hasta la puerta, este no debe ser rechazado.
En el caso de que los anfitriones acompañen a los invitados hasta la puerta, deberan cerrarla nuevamente en cuanto estos se hayan marchado.
En los encuentros entre conocidos que no son amigos bastará con despedirse con una formula de cortesía, no se debe intercambiar telefonos, correos, direcciones o prolongar la despedida con deseos forzados de nuevos encuentros.


LA IMAGEN PERSONAL:
La imagen personal es un conjunto de rasgos interiores y exteriores. A la hora de hablar de imagen personal se debe tener en cuenta el aspecto físico, la indumentaria, la gestualidad, la manera de hablar, el grado de cortesía, etc.
Para obtener y mantener una excelente imagen personal se deben tener en cuenta una serie de detalles tales como:
1. La higiene, normas básicas de aseo y prolijidad: ducharse, utilizar desodorante, mantener el cabello limpio, conservar las uñas en perfecto estado, cepillarse los dientes, rasurarse.
2. El lenguaje corporal, aquello que expresa el cuerpo: la mirada, la postura, el estar, el moverse, la forma de caminar, la manera de meter las manos en los bolsillos.
Los tics kinesicos influyen de manera negativa en la imagen, ya que revelan nerviosismo e impaciencia, dan cuenta de la imposibilidad de controlarlos.
3. El lenguaje facial: la expresión del rostro revela claramente nuestro estado de animo y, eventualmente, tambien nuestro estado de salud.
Debe evitarse la gesticulación exagerada tanto como la inexpresividad casi total.
Un semblante relajado y tranquilo inspira más confianza que otro nervioso y tenso.
Deben evitarse los vicios gestuales tales como morderse las uñas, hurgarse la nariz o las orejas, mesarse la barba, tocarse el cabello.
En el caso del bostezo se colocara discretamente la mano sobre la boca, y en el caso de toser o estornudar se debe girar la cabeza hacia un lado y utilizar un pañuelo para proteger la boca o la nariz.
4. La indumentaria: ropa, accesorios, calzado, medias, joyas y bijouterie.
Es muy importante el cuidado y la limpieza de la ropa, la sobriedad y la elegancia al vestir.
Cada circunstancia y contexto requerira un vestuario diferente, se debe saber adecuar la indumentaria a la ocasión.
Es fundamental saber que tipo de ropa minimiza los defectos y realza las virtudes de cada persona.
Lo ideal es lograr un estilo personal que no se aleje en demasia de los cánones culturales imperantes.
La comunicación.



LA IMAGEN CORPORATIVA:

Para que las relaciones de una empresa o institución con sus públicos, tanto internos como externos, resulten plenamente efectivas, tendrán que basarse en una imagen empresarial o institucional clara, positiva y homogenea.
Todo debe contribuir a construir y reforzar una imagen corporativa claramente identificable y distintiva, sobre la que se asentaran las relaciones con los públicos.
La base de una buena imagen es lograr un posicionamiento claro.
El posicionamiento es el lugar que un producto, servicio, empresa o institución ocupa en la mente del público.
Es la percepción que se tiene de ese producto, servicio o empresa y debe ser constante, pero algunas circunstancias imponen un cambio, un reposicionamiento, en pos de mantener los clientes y llegar a otros nuevos.
El posicionamiento es el resultado de todos los mensajes emitidos por la empresa o institución:
Nombre, slogan, logotipo, diseño del packaging (forma, colores utilizados, materiales, tamaño), zonas de distribución, eventos que patrocina o auspicia, señalización de la planta o sede, la imagen de sus empleados (uniforme, modales, edad).

Para determinar la imagen corporativa lo principal es saber llegar a un perfil de actitudes, y para ello se escoge una lista de valores pertinentes con la empresa y se realiza un formulario parcial de testeo para aplicar sobre los publicos a investigar.

Los valores que se tendran en cuenta seran el potencial economico, la organización, la publicidad, la calidad de los productos, la responsabilidad comercial, las posibilidades de desarrollo, el trato con los clientes, los buenos tecnicos, las respetables firmas extranjeras, la capacidad de progreso, la aceptación en el público, la utilidad social del producto y las ventas.
Para complementar el trabajo se harán reuniones de grupo, cuestionarios piloto y otras tareas para hallar la imagen real, a partir de la cual se podrá formular la imagen ideal.
La imagen real de una institución siempre es construida sobre la imagen previa que dentro nuestro tenemos formada (ideal).